Ser hombre y hablar de moda en México es casi un acto de rebeldía. No porque sea algo prohibido, sino porque durante décadas se ha visto como un tema ajeno, casi sospechoso. La idea de que interesarte por lo que llevas puesto te hace “menos hombre” sigue viva en muchos espacios, aunque nadie lo diga abiertamente. Pero aquí va un dato incómodo: te guste o no, eres parte de la moda.
Cada día, elegir qué ponerse es una decisión de estilo, aunque no lo parezca. Ponerte una playera de fútbol con bermudas y tenis es tan moda como usar un traje de diseñador. Tu ropa habla de ti, de lo que te hace sentir cómodo, de lo que te representa o incluso de lo que quieres evitar. Entonces, ¿por qué tanto miedo a aceptarlo?

La moda masculina en México: entre el crecimiento y el prejuicio
La moda masculina ha crecido brutalmente en México en los últimos años. En 2024, el mercado de ropa en México alcanzó un valor aproximado de 29.57 mil millones de dólares, según datos de Statista. y se espera que continúe creciendo a un ritmo del 4.9% anual hasta 2034. Dentro de este mercado, la moda masculina representa un segmento en expansión, con un incremento notable en el interés de los consumidores.
Actualmente, existen más opciones, más marcas y más espacios que permiten a los hombres explorar su estilo sin culpa. En el comercio electrónico, 49% de los compradores de moda en línea son hombres, de acuerdo con un informe de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO)., lo que desmiente el mito de que la moda es solo un territorio femenino. Marcas como Nike, Adidas y Levi’s dominan el mercado masculino, pero también han surgido nuevas tendencias como el streetwear y la moda genderless, ampliando las opciones para el consumidor mexicano.

A pesar de estos avances, la moda masculina sigue siendo un tabú. Todavía hay quien se burla del amigo que se tarda “demasiado” en elegir un outfit o del que se atreve a probar algo fuera de lo convencional. Como si preocuparte por verte bien fuera un delito. El 69% de los hombres en México prefiere recibir consejos antes de comprar ropa, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)., lo que demuestra que hay interés, pero también inseguridad en la decisión de estilo. Además, aunque los hombres compran ropa con menor frecuencia que las mujeres, su ticket promedio de compra es más alto, alrededor de 1,794 MXN por compra en línea, de acuerdo con datos de la AMVO., lo que indica que invierten en su imagen, pero sin hablar abiertamente de ello.
Esto demuestra que, aunque el mercado ha crecido y hay una demanda real, persiste una barrera cultural: no se ve bien que un hombre pase mucho tiempo eligiendo qué ponerse, a menos que se trate de ropa deportiva o funcional. Y eso es un reflejo de cómo, aún en 2025, seguimos atrapados en viejas estructuras de género.
Rompiendo el molde: los influencers que desafían el tabú
Aunque la moda masculina en México sigue cargando con prejuicios, cada vez hay más figuras que están cambiando la narrativa. Influencers como Diego Alfaro o Emiliano Gil han demostrado que hablar de estilo no te hace menos hombre. Alfaro usa uñas de color, incorpora prendas de la sección de mujer en sus outfits y demuestra que las prendas no tienen género hasta que te las pones. Gil, por su parte, tiene un estilo más formal, con un toque “fresa”, pero aun así demuestra que la moda masculina puede ser un terreno de experimentación sin miedo a lo que digan los demás. Además, comparte consejos sobre cómo combinar prendas de diseñador con hallazgos de la paca, mostrando que el estilo no depende del precio, sino de cómo se usa.
Estos creadores de contenido están haciendo algo clave: normalizar la conversación sobre moda entre los hombres. Cuestionan por qué nos cuesta tanto aceptar que la ropa es parte de nuestra identidad. Y lo hacen sin pedir permiso.
En la experiencia del que escribe
Desde siempre, la moda me ha gustado, aunque no lo notara al principio. Desde que estaba chiquito, en la primaria me molestaban porque decían que me vestía como señor, y eso era porque me gustaban las películas de James Bond. Luego me empezaron a gustar las subculturas y empecé a investigar y a probar mi estilo con distintas partes de ellas. Pero nunca se hablaba de eso entre los amigos varones porque realmente no les interesaba.

Ya que crecí, algunos amigos encontraban chocante el hecho de que me pintara las uñas, pero al final siempre he disfrutado que la gente me mire raro. Lo curioso es que, con el tiempo, varios de estos amigos han empezado a preguntarme: “Oye, ¿y si uso esto o el otro? ¿Podría funcionar?”. Algo que les parecía extraño terminó despertando su curiosidad, lo cual resulta impresionante.
También me ha sorprendido que, en los espacios donde he estudiado cuestiones de moda, la mayoría de quienes participan son mujeres, y a muchas les sorprende encontrar a un hombre heterosexual en estos entornos. Pero más allá de la sorpresa, creo firmemente que los hombres no se involucran tanto en estos temas porque les da miedo hablar sobre ellos. Porque, aunque no lo digan en voz alta, muchos hombres se esmeran por verse y sentirse bien, pero prefieren hacerlo en silencio antes que admitir que la moda les importa.
La moda es para todos (aunque no lo aceptes)
La realidad es que los hombres han sido participantes activos de la moda desde siempre. Desde los caballeros del siglo XIX con sus trajes impecables hasta los cholombianos con sus peinados y camisetas oversized, la historia de la vestimenta masculina está llena de estilos icónicos. Entonces, ¿qué cambió? Tal vez el miedo a que te etiqueten, a que te vean “demasiado preocupado” por tu apariencia, a que te salgas del molde de lo que se supone que debe ser un hombre.
Pero aquí la pregunta real es: ¿Por qué importa tanto lo que piensen los demás? Si la ropa es una extensión de tu personalidad, ¡exprésate como quieras! Al final del día, hablar de moda no te hace menos hombre. Te hace consciente. Te hace dueño de tu imagen. Y eso, en un mundo donde se nos dice cómo deberíamos ser, es una revolución en sí misma.
Escrito por Julio C. Olivares